Me encantan los soufflés ya que son fáciles de hacer y muy vistosos.
El problema es que si deseas es hacer un post para el blog, entonces se convierte en algo estresante, ya que a la que se enfrían los soufflés se desinflan.
En el momento que salen del horno… correr, coger la cámara, buscar una luz bonita (a poder ser de día), monta un poco de estilismo y empieza la sesión de fotos.
Mientras tanto la familia impaciente, para poder comer el suflé mínimamente un poco caliente.
Superado todo esto os digo que vale la pena la tensión soportada para degustar este capricho.
INGREDIENTES: ( 4 personas)
- 1/2 kg de calabaza
- cucharada de mantequilla
- 4 huevo,
- sal
- pimienta nuez moscada
- 2 cucharadas grandes Filadelphia.
- queso rallado
Pelar y cortar la calabaza en dados, disponer en una fuente con un poco de aceite.
Introducir en el horno, cocer 20 minutos hasta que este blanda
Retirar del horno y chafarla con un tenedor, poner la mantequilla y mezclar bien, seguidamente la sal, pimienta y nuez moscada.
Añadir las yemas una a una, mezclando bien a medida que las vamos poniendo, por último añadir el queso crema, acabar de emulsionar todo.
Con el horno caliente aun subir la temperatura 200 grados
Engrasar los moldes donde queramos servir el soufflé, con un poco de mantequilla.
Montar las claras a punto de nieve, mezclar con la masa de calabaza y huevos con mucho cuidado para que no pierdan aire.
Servir en cada molde y poner por encima un poco de queso rallado.
Cocer hasta que los soufflés suban y estén dorados unos 10-12 minutos. Servir inmediatamente.
Gabriela, me encantan los soufflés, y nunca lo he hecho con calabza, así que pondré con tu receta, qué rica! un besito
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