Nos encontramos este curioso restaurante de dos ambientes, dos barras y dos zonas de cocina, donde los comensales disfrutan solo observando la elaboración de estos sofisticados platillos. La entrada principal juega al despiste, típico bar años 60 suelos de terrazo, barra estrecha y de una decoración algo ¡retro!
Pero luego cuando te desplazas al interior encuentras un espacio con notas asiáticas y muy contemporáneo, bien iluminado en las zonas ocupadas y de luz tenue y acogedora en el resto.
Nos colocaron en la barra más intima, en frente de la cocina, que por cierto a mi marido le hubiera gustado más en la barra principal.
Decidimos probar el menú degustación “un palillo”, consta de catorce platillos. Sin palabras, sensacional, uno tras otro a cual más sorprendente.
Lo más curioso es que todos los que nos atendían eran cocineros, amables y cercanos.
Os recomiendo que lo probéis y disfrutéis
de estas tapas asiáticas de alto nivel. De la mano de dos discípulos del Ferrán Adrià.
Carrer d'Elisabets, 9
08001 Barcelona
933 04 05 13
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