Tengo que confesaros que el experto en este plato es mi marido.
Yo, sinceramente, cuando lo veo me da tanta pena que soy incapaz de meterlo en el horno. Pues bien hoy voy a colgar esta receta aunque no la he echo yo, porque a mi marido le hace mucha ilusión aportar su granito de arena en el blog.
INGREDIENTES (para 6-7 personas):
Al comprar el lechón, pedir al carnicero que nos lo abra en canal en dos mitades.
- 1 cochinillo (entre 4,5 y 5 Kg)
- Aceite
- 250 g de manteca de cerdo
- Sal y pimienta
- 2 limones
Al comprar el lechón, pedir al carnicero que nos lo abra en canal en dos mitades.
Un día antes de elaborarlo, rociar de limón por todo el lechón, pimentar y volver a guardar bien envuelto para que no suelte el adobo.
Guardar en la nevera.
Sacar el lechón de la nevera y untar tanto la bandeja como el lechón por los dos lados con manteca de cerdo (es mejor que saquéis la manteca con anterioridad, ya que después es mucho más fácil de utilizar). Tirar un chorrito de aceite.
Introducir en el horno a 180 grados, lo colocaremos a una altura media-baja del horno.
De vez en cuando tirar por encima el aceite que va desprendiendo. Pasada media hora añadir la sal.
Después de una hora, hora y media, el lechón estará dorado. En este momento dejaremos de tirarle más líquido por encima y así conseguiremos que la piel nos quede crujiente.
Después de media hora más retirar del horno y servir inmediatamente.
Madre mía que pinta tiene ese cochinillo! Yo no sé si sería capaz de estar casi dos horas haciéndolo, no se si me atrevería que pintaza!!!
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